Un equipo internacional de astrónomos ha confirmado la existencia de K2-415b, un exoplaneta del tamaño de la Tierra que gira alrededor de una estrella enana M, a solo 72 años luz de la Tierra. El grupo también ha recopilado algunas estadísticas sobre la estrella y su planeta y ha publicado los resultados en el servidor de preimpresión arXiv.
En el esfuerzo continuo por descubrir si hay vida presente en otros planetas que estén lo suficientemente cerca para estudiar, los científicos han reducido su enfoque a entidades específicas. Primero buscan estrellas que parezcan adecuadas para albergar planetas que puedan albergar vida. Los planetas pueden ser detectados orbitando tales estrellas por el pequeño bamboleo que la gravedad planetaria ejerce sobre las estrellas.

A continuación, se determina la ubicación del planeta en relación con su estrella: los científicos espaciales prefieren aquellos que están claramente en tránsito porque permiten recopilar más datos del planeta. La luz de la estrella que atraviesa la atmósfera del planeta, por ejemplo, puede usarse para aprender más sobre la composición de esa atmósfera. Además, la cantidad de luz que bloquea el planeta se puede usar para calcular el tamaño del planeta. Dichos datos se pueden usar para calcular qué tan lejos está el planeta de su sol, una de sus características más importantes con respecto a sus posibilidades de albergar vida.
Los investigadores de este nuevo esfuerzo encontraron la nueva estrella mientras analizaban los datos del telescopio Kepler. Confirmaron el hallazgo al estudiar los datos de TESS.
Al estudiar K2-415b y su estrella anfitriona, el equipo de investigación descubrió que su tamaño es muy similar al de la Tierra, aunque tiene una masa mucho mayor. También gira mucho más cerca de su anfitrión, tardando solo cuatro días terrestres en hacer una órbita.
Una órbita tan cercana la sitúa demasiado cerca para ser considerada habitable, a pesar de que la estrella anfitriona es mucho más fría que el sol. Pero el planeta parece tener una atmósfera, lo que significa que califica para una mayor investigación. Y todavía parece posible que pueda haber otros planetas orbitando la estrella anfitriona, lo que significa que el sistema estelar K2-415 seguirá siendo el foco de los esfuerzos de investigación en el futuro.
Con información de SKYCR.ORG